El pasado jueves todo el equipo de Azigrene celebramos nuestra habitual comida de verano en un entorno inmejorable y único en Valencia: la playa de la Malvarrosa.
Estos encuentros han pasado a formar parte esencial del espíritu de la empresa, fortaleciendo las relaciones internas y fomentando un ambiente laboral enriquecedor y motivador. Fue una jornada para desconectar, compartir y reforzar lo más importante de nuestra organización: las personas.
Gracias a todo el equipo por su energía, compromiso y actitud. Seguimos construyendo juntos, dentro y fuera de la oficina.