Con el objetivo de hacer unas facturas energéticas más precisas y transparentes para los consumidores, el 26 de octubre entró en vigor una normativa en toda la Unión Europea.
Entre los aspectos más relevantes de las nuevas normas, se establece una medición más precisa y continua de la energía consumida, así como una facturación más transparente y mejor acceso a la información.
Las viviendas deberán tener acceso gratuito a sus facturas y consumo energético real. Deberá de mostrarse de una forma más clara y sencilla para os usuarios, la información sobre el coste, los impuestos y el impacto ambiental, así como el resto de información para comprender su perfil de consumo, cómo cambiar de proveedor o presentar una queja.
Además, los edificios de viviendas deberán contar con reglas claras y medios técnicos para garantizar la asignación transparente de los costes de climatización y agua caliente sanitaria, cuyos contadores recién instalados, cuando sea posible serán dispositivos que se puedan leer de forma remota y disponible para los usuarios.
También esta normativa hace referencia a las redes de distrito, que deberán recibir sus facturas con una mayor frecuencia, al menos dos veces al año, y también deberán contar con contadores individuales.