La Comisión Europea presentó el pasado 30 de noviembre un nuevo paquete de medidas para preservar la competitividad de la Unión Europea y gestionar la transición hacia una economía basada en energía limpia. En este nuevo paquete de medidas, la Comisión prioriza de manera clara la eficiencia energética, fijándose el objetivo de mejorar el 30% la eficiencia energética global de la Unión para 2030. Para asegurarse de que todos los agentes del mercado y los consumidores estén preparados para esta transición, la Comisión se centrará los siguientes ámbitos: – Renovación de edificios: acelerar el ritmo de la renovación de edificios, fijando un marco estable que permita la descarbonización de edificios, al tiempo que se genera empleo y crecimiento. – Promoción del diseño de electrodomésticos y aparatos domésticos más eficientes: ampliando el número de aparatos susceptibles de ser etiquetados energéticamente, mejorando el testeo de aparatos, e introduciendo nuevos requisitos para los aparatos de aire acondicionado, lo que también contribuirá a reducir la tarifa eléctrica de los consumidores. – Mejora de los marcos legislativos que promueven la eficiencia energética y la financiación privada de energías renovables y medidas de ahorro y eficiencia. Cambios en la política de Eficiencia Energética La propuesta de la Comisión busca actualizar la Directiva de Eficiencia Energética 2012/27/UE y alinear los objetivos de eficiencia energética con el marco de acción de Energía y Clima EU 2030 a través de una serie de cambios en sus principales directivas. Son los siguientes: Extender hasta 2030 las obligaciones de eficiencia energética para suministradores y distribuidores de energía, que seguirán teniendo que demostrar un ahorro del 1,5% anual de sus ventas anuales de energía, o adoptar medidas equivalentes propuestas por los países Miembros. Mejorar la medición y facturación del consumo de energía en el consumo de energía para calefacción y la refrigeración. Además, la Comisión propone cambios en la Directiva de Rendimiento Energético de Edificios, que busca ser: Smart (inteligente), al promover el uso de TICs y tecnologías modernas, que incluyen la automatización de los edificios y las infraestructuras de carga de vehículos eléctricos. Simple, al racionalizar o eliminar las provisiones que no rindan como se espera. De ayuda a la renovación de edificios, al fortalecer los vínculos entre un ritmo más rápido de renovación de edificios, la financiación y los certificados de rendimiento energético, así como al reforzar las provisiones para estrategias nacionales de renovación de edificios a largo plazo, con el objetivo de descarbonizar el stock de edificios para mediados de siglo. Además, la Comisión lanza una subvención «inteligente» para edificios inteligentes que busca desbloquear la financiación privada para medidas de eficiencia energética y renovables en edificios. La Comisión pretende que la UE no solo se adapte a esta transición hacia una energía limpia, sino que la lidere. Por esta razón, la UE se ha comprometido a reducir las emisiones de CO2 en al menos un 40 % de aquí a 2030 y, al mismo tiempo, modernizar la economía de la UE y crear crecimiento y empleo para todos los ciudadanos europeos. Las propuestas de hoy tienen tres objetivos fundamentales: dar prioridad a la eficiencia energética, convertirnos en líder mundial de energías renovables y ofrecer un trato justo a los consumidores. Promoción del autoconsumo energético Los consumidores son agentes activos y centrales en los mercados de la energía del futuro. Por ello, la Comisión busca que, en el futuro, todos los consumidores de la UE dispondrán de una mayor oferta de suministro, podrán acceder a unas herramientas de comparación de precios de la energía fiables y tendrán la posibilidad de producir y vender su propia electricidad. Gracias al aumento de la transparencia y a la mejora de la legislación, la sociedad civil tendrá más oportunidades de participar activamente en el sistema energético y de responder a las señales de precios. El paquete incluye asimismo una serie de medidas destinadas a proteger a los consumidores más vulnerables. El vicepresidente de la Unión de la Energía, MaroÅ¡ Å efcovic, ha declarado que este paquete de medidas «impulsará la transición hacia una energía limpia mediante la modernización de nuestra economía. Habiendo liderado la acción mundial por el clima en los últimos años, Europa da ahora ejemplo al crear las condiciones necesarias para un crecimiento, un empleo y unas inversiones sostenibles. Las propuestas de hoy afectan a todos los sectores relacionados con la energía limpia: investigación e innovación, competencias, edificios, industria, transportes, digital y finanzas, por nombrar solo algunos. Esas medidas dotarán a todas las empresas y ciudadanos europeos de los medios necesarios para sacar el máximo partido de la transición a una energía limpia». Por su parte, el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, la propuesta petende «generar una fuerte demanda de mercado para las nuevas tecnologías, establecer las condiciones adecuadas para los inversores, conferir poder a los consumidores, mejorar el funcionamiento de los mercados de la energía y nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos climáticos. Estoy especialmente orgulloso del objetivo vinculante de un 30 % de eficiencia energética, ya que con él disminuirá nuestra dependencia de las importaciones de energía, se creará empleo y se reducirán más las emisiones. Europa se encuentra a las puertas de una revolución en el ámbito de las energías limpias. Y, tal como hicimos en París, solo podremos lograrlo si trabajamos juntos. Con estas propuestas, la Comisión ha abierto el camino hacia un sistema energético más competitivo, moderno y limpio. Ahora contamos con el Parlamento Europeo y nuestros Estados miembros para hacerlo realidad». Las propuestas de la Comisión relativas a una «Energía limpia para todos los europeos» tienen por objeto demostrar que la transición hacia una energía limpia es el sector de crecimiento del futuro, y ahí es precisamente donde está el dinero inteligente. Las energías limpias atrajeron en 2015 una inversión global superior a los 300.000 millones de euros. La UE está bien situada para utilizar sus políticas de investigación, desarrollo e innovación a fin de convertir esta transición en una oportunidad industrial concreta. Al movilizar hasta 177.000 millones de euros de inversión pública y privada al año a partir de 2021, este paquete de medidas puede generar un aumento de hasta un 1 % del PIB durante la próxima década y crear 900.000 empleos nuevos. Las propuestas legislativas de energía limpia para todos los europeos abarcan la eficiencia energética, las energías renovables, el diseño del mercado de la electricidad, la seguridad del abastecimiento de electricidad y las normas de gobernanza de la Unión de la Energía. La Comisión propone además nuevas perspectivas de diseño ecológico y una estrategia para una movilidad conectada y automatizada. El paquete incluye asimismo medidas para acelerar la innovación en materia de energías limpias y para renovar los edificios de Europa. También presenta medidas para fomentar la inversión pública y privada, promover la competitividad industrial de la UE y mitigar el impacto social de la transición hacia una energía limpia. Estamos estudiando además la manera de mostrar un mayor liderazgo de la UE en tecnología y servicios energéticos limpios para ayudar a terceros países a alcanzar sus objetivos estratégicos. Antecedentes En octubre de 2014, el Consejo Europeo acordó el marco de actuación de la UE en materia de clima y energía hasta 2030 estableciendo un ambicioso objetivo interno aplicable al conjunto de la economía de reducir en al menos el 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El Acuerdo de París confirma el enfoque de la UE. La aplicación del marco de actuación en materia de clima y energía hasta 2030 acordado por el Consejo Europeo es una prioridad en la actuación derivada del Acuerdo de París. La UE está consolidando el entorno propicio para la transición a una economía hipocarbónica a través de una amplia gama de políticas e instrumentos que interactúan entre sí y figuran en la estrategia para la Unión de la Energía, una de las diez prioridades de la Comisión Juncker. La Comisión ya ha presentado propuestas clave para implementar el objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030. En 2015, presentó una propuesta para reformar el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) a fin de garantizar que el sector energético y las industrias con alto consumo de energía lograran las reducciones de emisiones necesarias. En el verano de 2016, la Comisión presentó propuestas para acelerar la transición a una economía hipocarbónica en los demás sectores fundamentales de la economía europea. Las propuestas de hoy presentan los principales elementos restantes para una aplicación plena del marco de actuación de la UE en materia de clima y energía hasta 2030, en particular en el ámbito de la eficiencia energética y las energías renovables. El Consejo y el Parlamento Europeo deben abordar con carácter prioritario todas las propuestas legislativas relacionadas con la Unión de la Energía presentadas por la Comisión en 2015 y 2016.
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