La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado un amplío análisis sobre la evolución de la economía española, que ha sido presentado en Madrid por el secretario general de la organización, íngel Gurría, y el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. En su informe bianual sobre el país, la institución advierte al Gobierno de que no hay que levantar el pie del acelerador de las reformas con vistas a recuperar el equilibrio en las cuentas públicas a partir de 2017 y reforzar el incipiente crecimiento. Y entre sus propuestas destaca la recomendación de llevar a cabo una apertura del mercado eléctrico. -œLas valientes reformas aprobadas en los últimos dos años están dando resultados,- ha afirmado Gurría. -œLa economía vuelve a crecer, se crea empleo, el sector bancario se ha estabilizado y la confianza de los mercados financieros en España se ha incrementado. Ahora resulta fundamental profundizar en estos logros, adoptando nuevas medidas para potenciar el crecimiento, impulsar la productividad, mejorar aún más la competitividad y conseguir que un mayor número de personas obtengan un empleo. Las líneas maestras de la propuesta de la OCDE para España pasan por reducir el endeudamiento y aumentar la competitividad de su sistema económico. Pero también entra en el detalle reclamando subidas de algunos impuestos y apostando con fuerza por la investigación o la formación. Junto a ello, el conocido como el Club de los países ricos, también entra el terreno de la energía, en el que hace sucintas recomendaciones pero muy claras. De una parte, la OCDE sugiere reforzar la posición de la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia (CNMC) en cuanto que regulador del sistema y -œreducir la integración vertical del mercado eléctrico-, lo que en román paladino se traduce en abrir un mercado que a los ojos de los responsables de esta institución económica, adolece de contar con pocos actores y con una integración vertical muy acusada. Una recomendación que, a buen seguro, respalda el autoconsumo y el avance decidido en la transición energética, lo que daría un mayor protagonismo a las energías verdes. El informe también entra de lleno en el terreno de las energías limpias. Un mercado en el que España es uno de los principales protagonistas y ha estado en la vanguardia desde los inicios, pero en el que también hay algunos aspectos que, a juicio de la OCDE, hay que mejorar. En este sentido, el organismo recomienda al Gobierno homogeneizar los precios de las emisiones de gases de efecto invernadero entre las diferentes fuentes de energía a fin de contener las emisiones de carbono y promover así un desarrollo de la industria y del empleo en sectores respetuosos con el medio ambiente.
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